Prueba de un Samsung Galaxy con Android

Hemos estado probando durante estas últimas semanas un Samsung Galaxy con Android. Le hemos dado caña. Lo hemos comparado con un HTC Magic y un iPhone, por lo que nos hemos encontrado opiniones de todo tipo. En general, nos ha gustado bastante como terminal, y como es una posible opción de comprar para muchos hemos decidido realizar esta revisión contando nuestras impresiones acerca del Samsung Galaxy.

Primero, entre sus características resumimos dos buenos puntos a favor: su cámara con 5 megapixeles con flash led y su pantalla AMOLED, muy superior al que vemos en el HTC Magic. Además de 8 gigas internos de memoria y la clavija de 3,5 mm.

1. Pantalla.
Como decíamos, su pantalla AMOLED de 3,2 pulgadas y 320×480 es un punto a favor y algo a barajar para su compra. Quizá te suene a chino esa tecnología, pero con lo que te tienes que quedar es que tiene mayor definición, algo importante en su función multimedia y una mayor luminosidad en entornos complicados. El tacto frente a su pantalla táctil lo hace más fluido que el HTC Magic que tenemos, al que parece que le cuesta captar esa misma fluidez de movimiento.

2. Diseño.
Samsung se ha decantando desde sus comienzos en ofrecer unos móviles con un aspecto cuidado, quizá a veces demasiado rebuscado. Ante este Samsung Galaxy nos encontramos con un diseño sobrio, pero que da robustez y una elegante composición de teclas y carcasa (disponible en blanco y negro). No tiene ni teclado físico, ni trackback. Cuadro de botones modificado a lo que nos tenía acostumbrado android, por lo que si te has habituado a alguno te costará un pequeño tiempo de adaptación.

3. Batería.
El problema de estos móviles es que su uso se hace demasiado intensivo, por lo que la batería sufre. No tenemos un Android sólo para hacer llamadas, sino que lo usamos como reproductor multimedia, navegador de internet, plataforma de juegos, GPS, twitteamos, mandamos emails… Estar conectados al GPS y al 3G hace que la batería se consuma más rápidamente, un problema común en todos. En un uso como el descrito tendremos que tener cerca un USB cerca para cargarlo, no podemos estar fuera de casa mucho tiempo. Pero en cambio, si lo mantenemos quieto y no abusamos de 3G y optamos por un moderado GPRS para consultar el correo, tiene una vida bastante amplia capaz de llegar a varios día. Un punto en contra es el conector microusb, menos común que los miniusb que estamos viendo en otros Android o dispositivos.

4. Cámara.
Aunque dicen que los megapixeles no se notan tanto, debemos decir que un móvil con esta cámara esta más cerca que cualquier otro a que lo usemos como cámara de fotos en los viajes. Los teléfonos con sistema Android son lentos en la captura de imágenes, este ha mejorado en comparación al HTC Magic de las pruebas en el equilibrio de blancos y en la rapidez de captura (refresco de la imagen a la hora de capturarla).

5. Multimedia.
Un jack de 3,5mm es un beneficio para todos ya que podemos usar los auriculares que queramos. Hemos visto vídeos directamente de YouTube con buena calidad y nos ha sorprendió lo bien que se ven en la pantalla AMOLED. Sólo dispone de un altavoz, pena que nadie opte por los dos altavoces. Es mejor bajarse algún reproductor, tanto de vídeo como de música del Market, mejor de los que trae, ventajas de poder elegir entre varias aplicaciones.

6. Actualizaciones de Android.
No sabemos como va a actualizar Samsung sus terminales. Durante la fase de pruebas coincidimos con la actualización a Android 1.6 por parte de Vodafone de los HTC Magic, pero Samsung no hizo ninguna. Y una pena no poder probarlo corriendo un 1.6, quizá eso de que no sea With Google, es una limitación si quieres disfrutar del último firmware.

Conclusiones.
La llegada de los Motorola, la hegemonía de los HTC debido a su ventaja como pioneros de Android, sitúa al Samsung Galaxy en un papel secundario que no se merece. Las características de hardware, lo que realmente diferencian a los móviles android, son de un terminal de gama alta por lo que es un buena compra. Lo tenemos con Yoigo por 99 euros o de forma libre, aunque a un precio prohibitivo.